Debut en esta nueva modalidad por equipos del triatlón. 3 relevos por equipo de 300–8-2, que me gustó mucho ya que resulta espectacular tanto verlo como correrlo. Y más en nuestra ciudad y ante nuestra gente.
Formamos el Molpesa-Univest, Bermejo, yo y Eduardo, por este orden, finalizando en el puesto 28, que fue el mejor de los equipos de Valladolid. Y eso después de ganar también en los despachos ya que nos descalificaron por dos tarjetas amarillas.
Corriendo somos peleones pero con los papeles más (deformación profesional). La primera tarjeta era impepinable, una tarjeta amarilla a Bermejo por ponerse el casco después de coger la bici. Una chorrada propia del triatlón, pero que hay que cumplir.
La segunda tarjeta nos dicen que no saben porque es, ni a quien se la han sacado. Pedimos averiguar esos datos y nos dicen previa consulta con la jueza que sacó la amarilla, que fue a Eduardo por subirse en la bici encima de la línea. Consultamos la normativa y pone que hay que subirse en la bici “después de la línea”, sin mayor concreción sobre lo que tiene que rebasar la línea, que puede ser la bici entera o el triatleta. Así que alegamos que si ha subido a la bicicleta encima de la línea, el cuerpo podía haberla rebasado antes de estar encima de la bici. Ante la duda nos dan la razón y nos quitan la segunda amarilla.
Formamos el Molpesa-Univest, Bermejo, yo y Eduardo, por este orden, finalizando en el puesto 28, que fue el mejor de los equipos de Valladolid. Y eso después de ganar también en los despachos ya que nos descalificaron por dos tarjetas amarillas.
Corriendo somos peleones pero con los papeles más (deformación profesional). La primera tarjeta era impepinable, una tarjeta amarilla a Bermejo por ponerse el casco después de coger la bici. Una chorrada propia del triatlón, pero que hay que cumplir.
La segunda tarjeta nos dicen que no saben porque es, ni a quien se la han sacado. Pedimos averiguar esos datos y nos dicen previa consulta con la jueza que sacó la amarilla, que fue a Eduardo por subirse en la bici encima de la línea. Consultamos la normativa y pone que hay que subirse en la bici “después de la línea”, sin mayor concreción sobre lo que tiene que rebasar la línea, que puede ser la bici entera o el triatleta. Así que alegamos que si ha subido a la bicicleta encima de la línea, el cuerpo podía haberla rebasado antes de estar encima de la bici. Ante la duda nos dan la razón y nos quitan la segunda amarilla.
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