martes, 16 de febrero de 2010

Duatlón Cros de Cuellar


Con un frio tremendo se celebró la tercera edición del duatlón Cros de Cuellar al que nunca había ido. Fue más cros la carrera a pié que la bici, con un circuito muy curvado con subidas y bajadas, escaleras y zonas muy húmedas que no permitían agarrarse bien al suelo. La bicicleta sin embargo fue en un camino muy ancho donde la mayor dificultad fue el frío y un fuerte viento helado.

La frase más oida despúes de la prueba fue: "no he pasado más frio en mi vida", sin embargo yo les contestaba: "pues yo no he pasado más miedo en la vida". Y es que en el circuito de bici había dos cuestas que se repetían dos veces, es decir 4 cuestas con su correspondientes bajadas donde no he pasado más miedo en la vida.

En la primera carrera a pie iba controlando a los que conocía de delante para coger un buen grupo de bici, así que me tocó apretar bastante para entrar con Ramón Gregoría y Saúl Blanco, un poco más adelante iba Jacobo que no debío hacer una buena transición ya que salímos con él en la bici. Así las cosas salimos pitando y cuando me quiero dar cuenta a Saúl ya no lo veo y vamos a 45-50 km/h (viento a favor), tirando Ramón y Jacobo como si hubieran hecho la carrera de paseo. Yo bastante tenía con seguir la rueda. En el primer repechín se queda Jacobo, Ramón va cogiendo gente y hacemos la primera subida en grupo bien protegidos ya que es cuando más pega el aire de cara, en las subidas, lo cual incrementaba su dificultad.

Con el viento que hacía era imprescindible no perder rueda, porque a poco que te quedases adios grupo. así que en las bajadas había que arriesgar para intentar seguir a Ramón que en las bajadas parecía un torpedo descontrolado. En la primera de ellas se fue al pasto "a lo Amstrong", consiguiendo volver al camino sin perder la vertical, con lo que con ese fallo y jugándome mi integridad conseguí no perderle rueda. Al final de la segunda había una curva, allí el amigo Ramón tuvo que pegar tal frenazo que puso la bici de culo levantado y así pude seguir su estela. En la tercera ya era repetida, con lo que ya la conocía y se me fue unos 100 metros que conseguí remontar con un esfuerzo que luego me pasaría factura. En la cuarta igual, solo que ya no pude contactar y me quedé solito y fundido, metiéndome el grupo en el que iba 2 minutos en los últimos 4 km.

Encima a 50 metros de la meta pego una voltereta con la bici en un tramo de 2 metros de bajada con hierba, que me dejó doblado y con una subida de los gemelos de la pierna izquierda que todavía me duele 2 días despues, además del hombro que lo tengo muy dolorido. El caso es que entre el frio, la cera que me había dado y el miedo que había pasado, ya no controloba mucho y debí de entrar cruzado en esa bajadita, resbalándome la rueda delantera.

La segunda carrera a pie la di como pude, controlando si venía alguien por detrás y a casi 4'45'' el km, teniendo que esprintar al final para que no me pillara Roberto Acebes. Al final puesto 24 absoluto y 4º de veteranos 1.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Carrera popular "Don Bosco"


Siguiendo con mi nueva política de apoyar las carreras donde se fomenta el deporte y no el bolsillo de los organizadores, me apunté a la tradicional carrera de Don Bosco donde por el módico precio de cero euros corrí 9.450 metros por un circuito urbano en el barrio de pajarillos de Valladolid con unas buenas cuestas.

El bolsillo del deportista no sufre en ésta carrera a pesar de haber una buena organización, trofeos para todas las categorias, bolsa de avituallamiento en meta y un sorteo interminable de regalos entre los que destacaron 4 jamones y una bicicleta.


Deportivamente estuve a punto de bajar de la mítica barrera para mi de los 4'/km. Mi GPS marco 4'1'', a pesar de haberme metido antes de la carrera 30' de contrareloj y el día anterior una jupa de 111 km en bici más 6 km de carrera.


Por lo tanto confirme mi buen estado de forma corriendo, fruto de la cera que le estoy dando a las zapatillas este invierno y de la base que cogí en otoño con la maratón de Zaragoza. Eso si la bici y el gorro de nadar me dicen que quieren salir más del armario.






jueves, 4 de febrero de 2010

Reinosa: "El Triatlón de Invierno"


Mucho tiempo llevaba oyendo hablar del triatón de blanco de Reinosa, unos de los más antiguos de España y que lleva celebrándose desde los años 80. Así que mientras yo veía la bola de cristal algunos ya estaban dándole caña al cuerpo de esta forma tan original.
La experiencia se nota, Reinosa me ha demostrado que se puede hacer un triatlón sin que al triatleta se le haga rascarse el bolsillo hasta el fondo. Por 15 euros tuvimos mucho más que en la mayoría de la pruebas actuales donde ya prima el ánimo de lucro del organizador sobre el aspecto deportivo.
Reinosa fue una localidad volcada con la prueba, mucho público, bien ambientada con speaker que entrevistaba a los triatletas antes de empezar, una silla para cada triatleta en el box para cambiarse sentado, la T2 también sentados y a cubierto, avituallamientos en la carrera a pie, en el ciclismo y en el esquí, bolsa del triatleta muy consitente con productos varios de la tierra y forro polar incluido, duchas con calefacción y agua caliente (en el Campeonato de España de Ansó me fui a casa sin duchar por las duras condiciones que había que sufrir para hacerlo), piscina cubierta post prueba para recuperar...
Quiero destacar sobre todo las facilidades que se dan al triatleta para inscribirse pudiendo hacerlo con una simple llamada de teléfono incluso el mismo día de la prueba, así como la posibilidad de pagar al recoger al dorsal, demostrando una gran confianza en el triatleta y desmitificando las complicaciones que alegan algunas de los "grandes organizadores" para que eso se haya perdido.
En cuanto a lo climátológico, el día fue de perros, nevando desde el minuto uno, pero allí no se rajaba nadie, todo el mundo calentando sin problema alguno mientras yo me refugiaba del agua. Especialmente destacable eran los cilístas de los equipos de relevos que instalaron el rodillo en los boxes y allí se subieron sin importarles la que estaba cayendo (y eso que 5 metros había unos soportales estupendos). Así que allí estabamos, con nieve, todo el suelo encharcado -lo cual en la bici hizo que me calara hasta los calzones- y con una fuerte ventisca en la estación que impedía tener buena visibilidad, lo que me llevó a salirme varias veces del circuito de esquí.
En cuanto a lo deportivo repeteción de la jugada de Ansó, buena carrera a pie y bicicleta, pero esquiando bastante peor. Para empezar no había huella con lo que los del estilo clásico ibamos fatal, además no podía con los brazos, estaba sin fuerza y parecía que llevaba dos pesas en vez de bastones. Para colmo, además de pasarme patinores continuamente, de repente me pasa uno con clásico, lo que me confirmaba que no podía con aquello que Trillo "mandó" en el Congreso de los Diputados. En un arrebato competitivo intento seguirlo, estoy casi una vuelta entera detrás de él pensando atacarle en la bajada, ya que llevaba unos esquís el doble de anchos que los míos. Pero nada, en la bajada también controlaba más que yo y acabo por fundime, peridiéndolo de vista en la última vuelta.
Así que finalizada ésta nueva experiencia blanca espero repetirla al año que viene, mejorando mi nivel de esquí.