martes, 10 de abril de 2012

DUATLÓN CROS "LAS CONTIENDAS"

Nuevo duatlón en Valladolid, en plena ciudad y en el recientemente inaugurado parque de Las Contiendas, un escenario ideal para hacer un duatlón cros, lleno de cuestas, senderos, trialeras, fuertes bajadas, escalones, curvas pronunciadas y demás encerronas que los organizadores (Bomberos de Valladolid) supieron aprovechar muy bien para hacer un gran circuito y en consecuencia una gran carrera.
Con un bochorno impropio de Valladolid en el mes de marzo se dio la salida a este nuevo duatlón, en el que había que tener una gran destreza con la BTT para no ir al suelo. Mis entrenos previos en el circuito sirvieron a medias para no llegar en blanco a la carrera, puesto que a pesar de las vueltas que dí previamente (un par de días), los bomberos consiguieron sacar recobecos al parque que dificultaron mucho la carrera.

No obstante yo fui a disfrutar del entorno y a caerme lo menos posible, intentando arriesgar lo mínimo. A pesar de ello pusé pie a tierra por lo menos 4 ó 5 veces, sin contar la media vuelta que me tuve que dar al pasarme un cruce del circuito que no estaba balizado donde perdí al menos 2 minutos y gracias a que llegué a un punto sin salida que sino no sé hasta donde sigo. Es lo que tiene ir tirando :-).
Sigo corriendo muy bien. A pesar de salir conservador sabedor de que era una prueba individual y que la rueda no servía para nada, hice una media en los 6 km de 3'43''. Además en un terreno con curvas, subidas y con el firme lleno de gravilla, que no agarraba nada la pisada y mucho menbos la rueda de la bici que se iba hasta en las curvas de las subidas. No puedo decir lo mismo de la segunda carrera, a 4'5'' de media en los 3 km, pero con malas sensaciones, como en Medina.

En bici bien también, muy divertido el circuito, aunque mi falta de técnica y el error que cometí al equivocarme en el recorrido me privó de hacer un buen tiempo y en consecuencia un buen puesto en la carrera, donde finalmente fui 28º.

martes, 20 de marzo de 2012

DUATLÓN CROS MEDINA DE RIOSECO


Primer duatlón de la temporada en casa, con un montón de compañeros y gente conocida. Sigue la racha y mi estado de forma corriendo es sorprendente, los primeros 5,6 km a 3:42 y por tierra. Ni en mis mejores sueños pensé que iba a correr así este año.


Con semejante carrera y una buena transición me colocó muy delante formando un buen grupo en bici en el que aguanto bien, pero siempre muy atento ya que cualquier corte supone un esfuezo que luego pasa factura. Vamos remontando y ganado posiciones, al vez que cogemos, otros se descuelgan. Yo voy con calma, como siempre y esperando a Samuel, que no llega a hasta bien empezada la segunda vuelta. Una vez en el grupo pone un ritmo infernal, yo voy el cuarto en fila. De repente el segundo se frena en seco y Samuel se va, a mi me pilla en babia y cuando me doy cuenta ya tiene 4 metros de ventaja. No se porqué no salto a por él y espero la reacción de alguien que no se produce, así que adios, se va el tren a la cabeza.


A pesar de ello el ritmo no es malo ya que hay buenos ciclistas en el grupo, nos animamos y vamos pasando al relevo hasta que llega uno de Rioseco y se empeña en hacerlo el todo solo (yo encantado). Terminando la tercera vuelta cazamos otro grupo con Chirri y Chema al que alcanzo por primera vez en un duatlón, confirmando mi mejoría y salto de calidad.

En la segunda carrera parece que acuso el esfuerzo. Hago los 3 km a 4:05 y con las pulsaciones a mil. Es evidente que me pasé un poco con la bici. La segunda transición no es tan buena, Chirri y Chema salen delante y pronto me pierden. Terminando me pasan otros 3 ó 4 para acabar el el puesto 21º y 5º de veteranos 1. Por equipos sextos con Chirri, yo y Gustavo que este año también ha mejorado mucho.

Mi segundo y último duatlón cros de la temporada será en Las Contiendas, allí no valen ruedas y hay que hacerlo todo solito. Entretanto sigo entrenando la natación a saco, con la mira puestra en los triatlones. La verdad es que mis tiempos en el agua están siendo buenísimos y si mantengo mi actual nivel corriendo este año las cosas van cambiar bastante. ¡¡¡Nos vemos¡¡¡

jueves, 23 de febrero de 2012

TRIATLÓN DE INVIERNO DE ANSO, Campeonato de Castilla y León

Primer podium de la temporada y además en categoría absoluta, con un tercer puesto en el Campeonato de Castilla y León de triatlón de invierno. Depués dos veces más tuve que subir al podium como veterano, con un 2º puesto en el Campeonato de Castilla y León y un 3º en la prueba.

Muy buen resultado, sobre todo teniendo en cuenta que casi no tomo la salida, ya que al ir a entrar a boxes me dicen los jueces que a mis cubiertas les faltan poco más de 1 milímetro de anchura. Parece broma pero parece ser que hay una norma en el reglamento que dice que en las competiciones con bici de montaña las cubiertas tienen que ser de 1,5 pulgadas como mínimo y las mías tenían 1,4. Así que corriendo a cambiarlas al coche y consiguiendo entrar al box 10 minutos antes de la hora de salida. Igual que yo otros 10 ó 12 triatletas.

Teniendo en cuenta que el viernes me había dejado las manos para cambiar las cubiertas poniendo unos slics que no había manera de meter, pinchando todas las cámaras que tenía en casa por utilizar el destornillador para poder meter las dichosas cubiertas de 1,4; y que el sábado tuve que ir a la tienda antes de salir de viaje a por más cámaras; que el sábado por la tarde repetí la dejada de manos para volver a meter las cubiertas; y el domingo por la mañana otra vez para quitarlas con otro pinchazo por medio, pues lo de menos era ya la carrerita.

El verdadero logro fue conseguir tomar la salida, pero una vez en la linea de salida se me olvidó el mal trago previo. Antes de empezar se me presenta Javier Castro y me dice que cuando me pida paso que le deje, como en Jaca. Me quedó con la copla y ya me pico. En Jaca me pasó en la última bajada previa a meta pidiéndome paso, a lo que no puse especial resistencia pensando que bastante tenía con lo mio o que sería algún doblado. Luego cuando vi que giraba a meta me dolió no haber peleado el puesto, así que decidí que en Ansó iba a darle más batalla.


Encima me dice que también es veterano, así que a marcarle y a disputar el Campeonato de Castilla y León con él. Salimos juntos, en la primera vuelta vamos en un grupo de 6, pero en la segunda, como si fuera un guión, no quedamos los dos solos. Va tirando él y sufro mucho para seguirle, especialmente al final de la cuesta donde llegó exhausto. La bajada es muy pronunciada y con adoquines, así que nos vamos jugando una lesión, pero había que aguantar ya que si se me va Javier y coge otro grupo de bici, iba a ser difícil llegar arriba con él. La tercera vuelta se me hace un poco menos dura e incluso entro en el box antes que él, lo que aprovecho para atacarle en la transición. Buen tiempo final, nada menos que 3 minutos menos que el año pasado y en el mismo circuito. Realmente estoy en mi mejor momento de forma corriendo.

Así es, salgo delante de él y cojo a Raúl Casañas, el de mi primertriatlon.com y al que luego me referiré por su táctica en bici. Raúl me lleva delante con otros dos y yo solo tiro al final para enganchar. El ataque ha salido bien ya que miro para atrás y veo que Javier viene a unos 100 metros, pero no viene solo, así que puede enganchar. Ánimo a mi grupo para tirar y que no nos cojan, pero finalmente nos cazan. Somos 6, otra vez. Supongo que los 6 que empezamos a correr juntos.

La bici fue bastante monótona, subimos en grupo tirando unos más que otros pero sin ningún problema. Como anécdota decir que Raúl Casañas va dando espectáculo, pegando tirones y haciendo escapadas, supongo que para hacer más entretenida su crónica en el blog que protagoniza http://www.primertriatlon.com/ . No le hacemos ni caso, pedalea 5 minutos solo, a 50 metros delante nuestro, y luego le cojemos. A la segunda aguanta más rato pero sigue a unos 50 metros, lo que ocasiona comentarios varios en grupo acerca de la inutilidad de hacer eso, pero bueno, como el nos dijo, era su segundo triatlón y parecía que quería hacernos ver que no sabía que de iba esto. Pero vamos que a los demás ni nos iba ni nos venía. Cada uno iba pensando en lo suyo y yo la verdad es que no iba fino, más bien forzadete, así que con aguantar me bastaba.

En la última parte de la ascensión se complica el tiempo, empieza a medio llover, aguanieve y mucha agua en la calzada procedente del deshielo de las paredes de nieve de medio metro de altura que tenemos a los lados de la carretera. Los tramos de hielo que había en la calzada el sábado ahora son aguanieve, lo que reduce el riesgo de resbalones, pero nos cala hasta las cejas.

Llegamos arriba y en la transición vuelvo a salir delante de Javier, según me pongo los esquís paso también a Raúl, que creo que consiguió llegar los 50 metros antes, aunque supongo que bastante más castigado que nosotros. Empieza la cuesta y miro atrás a ver por donde viene Javier. Bueno no está mal le he sacado 200 metros en la transición. Pero mi gozo en un pozo a los 3 minutos ya lo tengo encima pidiendo paso. Me deja claro que está a otro nivel esquiando así que tiro la toalla.


La subida es doble de lo que pensaba, ya que se sube más que otros años. Llego arriba sin aliento, así que a recuperar bajando. El circuito está a tope de nieve, lo que permite una gran anchura en el recorrido y buen firme, aunque un poco más lento que el sábado debido a la aguanieve recien caida. Son tres vueltas, con tres subidas en cada una, en circuito muy variado y bonito. Se nota mucho el estado de la nieve, porque donde el sábado tenía que frenar para no salirme, el domingo tenía que remar. Chino chano vamos llegando al final y veo que estoy cogiendo a Nacho Ara, un sub23 del Mayencos que fue quien había ayudado a Javier a enlazar en bici. Así que a vengarme y a por él. Cuando ya lo tengo y quedando 200 metros a meta, ¡¡al suelo¡¡. De la asfixiaia que me había entrado por la caza me fui al suelo y ya fue imposible recuperar para cogerle, entre otras cosas porque él se dio cuenta y espabiló.

Al final puesto 18º en la prueba y un 3º en el campeonato de Castilla y León que me sabe a gloria, ya que igualo mis terceros puestos en el campeonato de larga distancia de Castilla León de 2008 y 2009 en Sanabria. Fin a la temporada de invierno ya que a Isaba no me quedan fuerzas para ir, especialmente por el viaje que me da una pereza tremenda. Por lo tanto hasta el año que viene el triatlón de invierno, aunque algún día espero volver a esquiar este año para seguir mejorando mi floja técnica de esquí.

miércoles, 25 de enero de 2012

CAMPEONATO DE ESPAÑA DE TRIATLÓN DE INVIERNO (JACA)

He empezado ésta temporada entrenado con el objetivo de bajar en un 10.000 de los 40 minutos, algo que no parece muy difícil pero que a la hora de la verdad no acabo de conseguirlo. Y resulta que a las primeras de cambio, en la primera prueba del año y con tan solo un mes de entrenamiento, bajo de 38 minutos. Mi mejor marca de largo en la distancia, a 4'46'' el km según mi garmin (tiempo 37'24'' según la clasificación oficial, en 9,9 km por mi garmin). No sé a que puede deber la mejora, máxime cuando hace 15 días corrí en 42' en el cross de la rondilla, que aunque era una carrera dura, lo cierto es que la diferencia es abismal.


Desde el principio de carrera me encontré muy bien, con fuerzas y muy cómodo.Un poco asustado por el ritmo, por lo que iba reservando en cuanto podía. Pero por otra parte iba un poco picado, ya que era mi oportunidad de correr más adelante de lo normal y además iba en un grupo del que tiraba Paulino y me motivaba mucho aguantarle.

El circuito era de 5 vueltas, con lo que si no es por el cronómetro me vuelvo loco. La primera vez que lo miré fue a los diez minutos de carrera cuando pensaba que ya empezaba la tercera vuelta. No obstante no se me hizo larga ya que controlé las pulsaciones y me regulé bien. Al final entro en el box delante de Paulino ya que alguien levantó la mano en un cruce previo y nos equivocó, con lo que al retomar el camino me puse delante y conseguí esa pequeña victoria.


La transición no fue la ideal, el no tener las zapatillas puestas en la bici es un transtorno, me costó metérmelas, iba patinando por el camino de salida y encima me costó bastante meterlas en las calas. Con el estrés me subieron las pulsaciones bastante y además me quedé un poco retrasado y me tocó tirar para que no se me fuer el tren. Fue el primer momento crítico de la carrera y mi primer gran esfuerzo.


Por suerte, una vez formado el grupo me encontré cómodo en él, pasando incluso al relevo de vez en cuando. Pegaba mucho aire de frente, así que pasar delante era un suicidio, pero tampoco era cuestión de tirar al traste el esfuerzo del primer segmento, por lo que más o menos la gente pasaba y alguno pillamos por delante, engordando el grupo. No obstante, al rato nos también cogen por detrás, aparece Basilio tirando de un grupo de unos 15, con lo que ya somos al menos 40. Basilio anima para que pasemos y cojamos a otros que se ven delante. Una vez cazados la cosa se calma a la vez que el viento arrecia. Dentro del grupo parece que vamos parados, pero en cuanto asomo la cabeza y me pega todo el viento me doy cuenta de que es el momento de conservar.


En Canfranc, llegan las primeras rampas. Aguanto bien la subida durante todo el pueblo pero a la salida la cosa se complica. No miro para detrás pero me imagino que el grupo ya no existe, por delante se van 6 ó 7 -entre ellos Basilio-, no nos sacan mucho, pero hay corte. Llegando a cuartel de Rioseta viene el segundo momento crítico personal de la jornada, el ritmo aumenta, miro para atrás y hay bastante distancia con los siguientes triatletas, así que me toca sufrir para no perder la rueda. Lo consigo a duras penas, pero enseguida estabilizo mi ritmo detrás de Paulino y otros 4 ó 5 -sigue siendo mi referencia en carrera-. Los últimos 2 km de subida son los más duros pero curiosamente no me cuestan tanto, no pierdo la rueda y veo que los de delante no nos sacan más de 1 minuto, así que buena subida, ya que por detrás había dejado a unos 30 triatletas de mi grupo.


La segunda transición no fue tan complicada como el año pasado en Reinosa, las piernas responden y puedo correr en la larguísima transición. Empiezo a esquiar con los deberes hechos y superados con nota. Se empieza cuesta arriba hasta llegar al circuito, una vez en él me doy cuenta de que estoy fundido, así que a regular otra vez. A pesar de ello enseguida pilló a Basilio. Voy cansado pero con ritmo. Llega la primera bajada, me tiro con mucha precaución y la supero. Luego las subidas, que las hago andando para recuperar, aunque en el muro que era la última no vi a nadie que la superara esquiando.

Paso por meta y empieza la segunda vuelta donde ya empiezo a funcionar y a esquiar con cierta soltura. Me doblan los primeros que dan miedo del ritmo que llevan. Los demás que paso o que me pasan, no sé si están en mi vuelta ya que hay un barullo de gente tremendo. A mitad de mi segunda vuelta me dobla Víctor, nos saludamos, intercambiamos penas y adiós, se va a meta haciendo el 11º (un carrerón). En la tercera vuelta doblo a Mauri y un poco más adelante a Oscar Garrote que acababan de empezar a esquiar.


Llegando a meta me piden paso. Cortésmente lo cedo, como hasta el momento venía haciendo con todo el que lo pedía, pero claro, yo también estaba llegando a meta con lo que me doy cuenta de que había cedido una posición sin luchar. Cuando quiero reaccionar ya es tarde, la bajada a meta no permite grandes alardes y abajo ya me sacaba 3 ó 4 metros que resultaron irrecuperables.

Al final termino contento aunque solo sea porque lo hice sin besar el suelo ni una sola vez, clasificado en el puesto 47º de la general y en mi grupo de edad el 5º. Mi mejor carrera hasta la fecha en esta disciplina y una de las mejores desde que empecé en el triatlón.

viernes, 16 de diciembre de 2011

IRONMAN DE COZUMEL

Ya soy decafinisher, con un tiempo final 10h 0' 58'', a 7 minutos de mi mejor marca, pero en un circuito y condiciones mucho más duras, por lo que el balance final tiene que ser positivo. No obstante me queda ese regusto amargo de insatisfacción por no haber salido todo bien, pero eso en un Ironman me temo que es imposible.

Cozumel era un buen sitio para celebrar mi décimo Ironman y de paso intentar el sueño hawaiano, del cual desperté el viernes en la reunión técnica cuando dijeron que el slot costaba 750 dólares, por lo que prácticamente lo descarté antes de empezar a correr. No obstante me han faltado 20 minutos para clasificarme y nada menos que 12 puestos. Cumplí las mejores previsiones en natación y ciclismo, pero tenía que haber corrido en 3h30' para conseguirlo. Me zurré mucho en bici y eso se paga, pero si no arriesgaba e iba rápido ya en el ciclismo, tenía el NO antes de empezar a correr. No obstante puesto 70 final (excluyendo los profesionales) de 2.350 participantes no está mal. Hawaii está carísimo, tan solo 5 plazas para mi grupo de edad y hay que ir muy rápido, pero lo cierto es que algo que era inalcanzable cuando empecé, ahora es algo que lo puedo conseguir en cualquier carrera. Y más a partir del 2012 en el que entro en el grupo de más de 45 años, donde los tiempos ya bajan considerablemente. De hecho si hubiera corrido en Cozumel en más de 45 me hubiera clasificado para Hawaii.



Los preparativos para la prueba son eternos. Supongo que una inscripción de 2400 triatletas así lo requiere pero a mi se me hace eterno. Empezamos el viernes con el registro, recogida de dorsales y reunión técnica. Para el sábado dejan la entrada en boxes con la bici y la entrega de bolsas.



Para complicarlo más había doble box, con una separación de unos 15 km, con lo que para llevar la bici al box había que trasladarse en autobús. Eso si a las bicicletas las tratamos ya como merecen, sentándolas a nuestro lado no vaya a ser que se rayen en el maletero.


Los boxes impresionaban. Aprovecharon todos los recobecos del lugar olvidando la compensación. A Luis y a mi nos tocó en una de las puntas, así que haríamos unos 100 metros más que los mejor colocados.
Ántes y después en los boxes

Mucho respeto me daba la salida, con todo el mundo al agua a la vez. Impresionaba ver los regueros de gente por las pasarelas accediendo al agua. No era fácil colocarse bien entre tantos participantes y más sin conocer la salida. Luis y yo nos colocamos entre los primeros por lo que accedimos al agua pronto (unos 15’ antes de la salida).

Decidimos esperar en una zona donde se hacía pie, para no consumir energía haciendo fuerza para flotar. Pero al ver que la gente se aglomeraba a nuestro alrededor y que al otro lado de la salida estaba mucho más despejado, quedando unos 5’ decidimos cruzar hasta una boya que había al otro lado de la salida, nos sujetamos allí un poco, pero enseguida decido ir más adelante. Al final me coloco prácticamente en primera fila y pronto suena la bocina.

Por detrás y debajo de la pasarela había mucha mas gente, entre ellos yo,
apoyado en una boya que ni siquiera se ve en la foto.




Parece que acertamos puesto que no tuve excesivos problemas de golpes y aglomeraciones. En el primer giro si que hubo algo de lío, pero nada comparado con Lanzarote por ejemplo. Aunque nadé siempre con gente alrededor, lo hice con cierta comodidad. En ocasiones me daba la impresión de que iba muy rápido, puesto que me comía las boyas, llegando incluso en una ocasión a enredarme en una de ellas. Cuando salgo del agua y veo el crono, no me lo creo, 56' 20’’, que mejoran en más de 3' mi mejor marca y sin neopreno. Eso si llevaba un traje trampa que era la primera vez que utilizaba y que supongo que algo ayudaría.



La transición es larguísima, primero unos 150 metros corriendo, luego las bolsas donde por cierto di alguna vuelta en su busca, luego a la carpa a cambiarse, otros 100 metros más hasta la bici y por fin otros 100 metros con ella hasta que monto, total 4’22’’.
.


Salgo bien en bici, sin excesivos problemas voy a 37/38 km/h, pero pronto se acaba lo bueno. Al llegar al punto suroeste de la isla y tomar de vuelta dirección Norte, el viento procedente del océano pegaba fuerte y de cara, sin protección alguna de la selva que en el resto de la isla nos hacía de pantalla. Fueron 20 km durísimos en cada una de las tres vueltas, que bajaron mucho la media ya que duras penas se mantenían 30 km/h.

Después venía el tramo a favor de aire donde el 4 siempre se veía siempre delante en el cuanta kilómetros, por lo que se recuperaba a “marchas forzadas”. El calor crecía a cada vuelta y me tenía asfixiando. No se si por eso o porqué el estómago no tenía su día, notaba que mi cuerpo no admitía más líquido. En la tercera vuelta iba ya hinchado y sin ganas me veía obligado a comer ya que practicamente no había probado bocado. No me molestaba el estómago pero notaba que no estaba digiriendo bien lo que comía y bebía.


El casco “aero” lo aborrecí. No me permitía mojarme la cabeza y tan solo podía echarme agua por los pequeños agujeros delanteros, cuando acertaba con ellos claro. La tercera vuelta entera la di con un bidón que colocaba abierto entre el mono y la espalda y que en posición acoplado me goteaba por la nuca poco a poco. Un buen sistema de hidratación que renovaba en cada avituallamiento, que por cierto eran inmejorables y con las bebidas congeladas.


Al final termino con 35 km/h de media en 5h y 8’, en un circuito absolutamente llano, con pocas curvas, aunque con mucho parón en los múltiples avituallamientos. El final se me hizo muy duro, sufriendo mucho los últimos 40 km en los que a duras pude seguir el ritmo a mis compañeros de viaje.

La segunda transición es rapidísima, te cogen la bici, entras en la carpa a cambiarte y en poco más de un minuto estaba corriendo.





Salgo contento, como siempre feliz de dejar la bicicleta, pero la alegría dura poco. El ritmo inicial no era malo pero tampoco bueno, iba a 4’50’’ suficiente para mi, pero a ese ritmo tenía que ir muy cómodo y no era así. La cosa poco a poco empeora, me encuentro sin fuerzas y lo que es peor sin ganas de luchar. Mi espíritu de sacrificio me había abandonado, así que en el km 6 decidí parar, iba mareado, sin fuerzas y sin ganas de sufrir.

El calor y la humedad me habían tumbado, junto con los excesos cometidos encima de la bici. El bajón me duró otros 6 km, pasé de una media de 4’50’’ a 5’37’’. Por suerte sobre el kilómetro 15 empezó a llover, pero de que manera, el agua por las espinillas. A pesar de que iba asustado por el diluvio universal, del km 13 al 21 hago una buena media aunque voy con la tormenta en contra, calculo que voy a 4’45’’, muy rápido y recuperado. Aún así voy reservando fuerzas consciente de lo que me faltaba todavía.

Video y fotos del diluvio universal.


Por la media maratón consigo bajar la media total a 5’27’’, muy lejos de lo que necesitaba para hacer el tiempo que me había propuesto inicialmente (3h30’), pero pensando que al menos estaba otra vez en carrera y no me iba a hundir, tal y como auguraba mi comienzo de la maratón.

Después los tiempos caen entre 5’15 y 5’30 pero voy bien con cierta fuerza y sin parar, lo que me permite acabar la maratón en 3h50’ con una media de 5’26’’ el km, y terminando bien, sin la fatiga y dolor de piernas del final que había tenido en otros Ironmanes. Los dos últimos kms los hago a tope, a 4’45’’ y 4’35’’, por lo que termino contento pero con la rabia de saber que puedo correr más rápido y no lo había conseguido.



Nuevo sistema de hidratación. Ni botella, ni vaso, una bolsa con agua. Para mi el mejor sistema que he probado para beber agua en carrera ya que permite beber agua sin necesidad de inclinar la cabeza y sin que se derrame ni gota. Cuando me lo dieron por primera vez pensé que era para refrescarme la cara o la cabeza, pero cuando posteriormente me dieron bolsas con hielo ya comprendí que la bolsa se mordia y se bebía el agua.
Mis pies casi sufriron más que mis piernas. No se si fue el agua, el calor, la humedad, las zapatillas o los calcetines de compresión que estrenaba pero el caso es que me ardían. En la bici al final llegó a ser insoportable, especialmente en el pié izquierdo. Tuve que cambiar la forma de pedalear, metiendo la puntera para abajo. No sé porque pero así me quemaba menos. Corriendo la cosa empeoró especialmente cuando dejó de llover. Supongo que con la lluvia se me fue toda la baselina de los pies. El caso es que me ardían los pies y tenía que pisar todos los charcos para refrescarlos, con lo que corrí casi toda la maratón con medio kilo más de agua en los pies que chupaban las zapatillas, calcetines y el chip, lo que conlleva su penalizacion correspondiente en el tiempo final. Al día siguiente mi pie derecho era un poema, parecía que el dedo gordo y el siguiente estaban gangrenados. Por suerte todo ha quedado en un par de uñas negras en cada pie.

Si no es por el hielo me muero.

Lo que no cambia es la satisfacción personal que se siente cuando se llega a meta. Esta vez no se me escaparon las lágrimas, pero una vez cruzada la meta me sentía totalmente emocionado y como compensados todos mis esfuezos hechos para lograrlo y porque no, orgulloso de mi mismo por haber superado una vez todas las adversidades que hay que superar en un Ironman.





Eso si las vacaciones ya no me las quita nadie. Buenas playas, buenos hoteles, bonitos peces, nueva cultura conocida y sobre todo mucho relax, antes y después del Ironman.