miércoles, 2 de febrero de 2011

REINOSA: Campeonato de España de triatlón de invierno


De decepcionante tengo calificar el campeonato de España de triatlón de invierno celebrado en Reinosa. Muchas incógnitas previas respecto a su celebración por la falta de nieve en Alto Campoo. Al final los responsables decidieron celebrar la prueba en un circuito de esquí que dijeron que era de 1,3 km, pero que al final resultaron ser 800 metros según mi GPS, y al que decidieron que debíamos de dar 6 vueltas, resultando finalmente 5 km de los 10 inicialmente previsto.

Si a ello añadimos que en el circuito no se podía esquiar, tanto por el estado de la nieve -sin pisar-, como por su diseño -sin zonas llanas-, el resultado para mi fue decepcionante ya que no pude desarrollar mi paso al skating.

En la práctica la carrera fue casi un duatlón, donde además de comenzar con 10km de carrera (no sé porqué, ya que hasta ahora se corrían 7,5 km), el sector de bicicleta se incremento en 3km más de dura subida hasta un lugar más alto del que habitualmente estába el circuito de esquí y donde habían creado el nuevo circuito que quedo reducido a 5 kilómetros. El resultado es que el tramo menos importante en cuanto al tiempo de competición fue el de esquí, lo que resulta absolutamente contradictorio en un triatlón en un triatlón de invierno.


Deportivamente no me fue mal aunque tuve serios problemas musculares. Mucho miedo tenía a los 10 kilómetros iniciales, que antes de empezar me parecían demasiado, pero luego en la práctica los corrí bastante bien a un ritmo medio de 4’ 4’’ el km y sin que se me hicieran largos.

Salgo muy bien de la T1, cojo en seguida un grupo y vamos cazando continuamente gente, hasta que formamos un grupo de unos 40 corredores. En una rampa previa al inicio del puerto hay un acelerón que aguanto bien, pero en el que ya constato que muscularmente las piernas se quejan. Nada más empezar el puerto el grupo disgrega y se van unos 10 por delante a los que decido no intentar seguir ante las quejas de mis cuádriceps que empiezan a arder y acusar los 10 kilómetros previos. Pongo una marcheta con la que no cazo a nadie pero tampoco me pasan, sin embargo no puedo ponerme de pie en la bicicleta ya que se me iba subiendo el gemelo derecho, obligándome incluso en una ocasión a casi pararme para estirarlo. Pedaleo con los talones lo más abajo que puedo para estirar los gemelos, pero más o menos mantengo un buen ritmo. Conforme avanza el puerto el tiempo empeora, hay ventisca y la fina nieve se clava en la cara como agujas. Compruebo que mantengo la distancia con los de delante y que voy descolgando a los que van conmigo a pesar de los problemas musculares. Los tres últimos kilómetros -añadidos para llegar al nuevo circuito de esquí- son los más duros, tanto climatológicamente como por las rampas que hay que subir. El viento entra fuerte de costado y no se ve más de 40 metros por delante. Al final corono solo, con unos últimos 30 metros durísimos que me obligan incluso a zizagear para coronar.


Me bajo de la bici y siento lo que hacía 8 años que no sentía cuando me baje de la bici en mi primer Ironman. Imposible ir corriendo a por los esquís, las piernas no responden y a ello se une la nieve y la cuesta para llegar a la T2. Una vez allí cojo los esquís y cuando me siento para quitarme las botas se me agarrota el abdomen lo que me obliga a cambiarme el calzado sin poder agacharme, cosa bastante complicada y me hace perder bastante tiempo. Supongo que el agarrotamiento del abdomen fue consecuencia de tener que hacer toda la subida del puerto sentado y sin poder estirarme.

Como he dicho al principio prácticamente no pude esquiar. En las dos primeras vueltas no esquíe nada de nada, cuesta arriba andando y cuesta abajo por los suelos. Sin fuerza en la piernas ni en los brazos y con el corazón a 100. En la tercera vuelta ya consigo patinar algo, pero aún así me pasan hasta los de clásico que van mucho mejor en este circuito que los que no tenemos buen nivel de skating debido a los grandes desniveles. Van pasando las vueltas y mi única preocupación es contarlas bien, no paro de repetirme el número de vuelta en el que estoy. Aun así cuando entro en meta lo hago con muchas dudas en el puesto 53 y sobre todo profundamente decepcionado.

Apelotonamiento en el circuito de esquí

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