jueves, 6 de mayo de 2010

RAID PELAYO PICOS DE EUROPA


Desde que hice mi primer raid, me quedó claro que me gustaba más que el triatlón. Pero la complejidad y dificultad que supone hacer este deporte me devuelven al triatlón cada vez que hago un raid.

Aparte de dominar la orientación, que es lo principal sino quieres dar vueltas por la montaña sin ton ni son, los raids requieren una lógistica impresionante. Los equipos necesitan ser de tres componentes y una asistencia. Ponerse de acuerdo tres personas para hacer un raid es difícil, pero se logra, ahora, encontrar a otra que quiera pasarse un fin de semana colocando bicicletas, ropas y demás trastos en una furgoneta ya es mucho más complicado. Otra dificultad para mi -y mi familia- es que requiere todo el fin de semana completo, mientras que el triatlón puede solucionarse con media jornada. Por último, la dureza de algunos raids dificulta encontrar compañeros para las pruebas más exigentes, de hecho yo todavía no he hecho ninguno de la liga española de raids en élite, porque mi tripicompañeros me dicen que si estoy chinado.

En este raid (que no era de la liga) competimos en élite, pero resultó ser menos duro que uno de aventura de la liga (de los tres miembros del equipo uno puede descansar y el recorrido es menos exigente). Eso no quita lo bien que estuvo y que me recordara mi ilusión de ser raider antes que triatleta.

Las previsones de lluvía auguraban un fin de semana muy perro, pero sorprendentemente en carrera no nos cayo ni una gota. Empezamos con una sección de patinaje en la que me toco empujar a Francis, ya que justo le iba para mantenerse en pie (prometió aprender para el próximo). Sobre la marcha, como casi todo, decidimos que no hiciera nada más que mantener el equilibrio, tal y como se puede ver en la imagen. Solucionamos la papeleta con una sola minicaida, aunque empezamos ya de los últimos, posiciones que mantendriamos hasta el final a pesar de nuestros esfuerzos.


Despues venía una sección de bici que solucionamos en dos horas y media, y sin perdernos mucho gracias a mis dos compañeros Francis y Gonzalo que contralan de orientación mucho más que yo. Acostumbrado a etapas de más de 4 horas, se me hizo muy llevadero, salvo un tramo pestoso lleno de baches, ramas, raices, piedras... Lamentar una caída de Gonzalo en una curva mojada, se quedó en el susto pero se llevo buena chufa con golpe en la cabeza incluido que libró el casco de males mayores.

Siguió una sección de trekking, en la que hubo un tramo de ascenso precioso por una gruta en la que valía la pena haber ido más despacio para disfrutarla más. También hubo que entrar en una cueva, que fue un poco chorradilla, ya que era más bien un tunel lleno de barro, donde Francis no dejaba de darse cabezazos. La zona más difícil de ascenso fue suspendida por la niebla, así que tampoco fue nada del otro mundo en cuanto a dureza. La orientación tampoco fue excesivamente difícil.


Luego vino un tramo de orientación específica, donde sí que dimos alguna que otra vuelta, especialmente cuando Gonzalo perdió el mapa y tuvimos que volver para atrás. A la llegada de esta sección vimos salir a los dos equipos con los que habíamos coincidido hasta el momento en carrera, así que ya dimos por imposible remontar alguna posición.


A continuación otra sección de bici con un tramo de escalada por una pared en el que Francis dio el do de pecho subiendo un tramo que no era precisamente fácil. También tuvo una salida de pista en toda regla, por conducir mirando el mapa. Por suerte quedo en un susto pero con rotura del portamapas de la bici, lo que todavía nos hacía ir más lentos. Finalizamos con el descenso del sella en canoa que estuvo más entretenido que en otros raids donde los tramos de remo siempre me han parecido bastante aburridos. Aquí la corriente a favor, los trámos de "rápidos" y el entorno lo hicieron más ameno, pero remas sigue siendo lo que menos me gusta. Finalizaba la sección con un salto desde un puente al río de unos 9 metros que me recordo a mi tiempos de barranquista y donde el amigo Pedro Mena hizo el salgo-entro dos veces, bajando finalmente rapelando.



El domingo una sección distinta, que se podía hacer en bici ó a pie, donde recoger todas las balizas era imposible y haber que hacer un estrategia previa para recoger las que más compensaban en relación puntos-distancia y en un tiempo de 3 horas. Elegimos salir en bici, como todos los equipos, e ir a la zona que debía ser más difícil y donde más puntos daban las balizas. No se nos dió mal -quitando los problemas mecánicos de Gonzalo que le volvieron a llevar al suelo-, pero al final, una vez en Cangas de Onis, nos liamos bastante y no cogimos muchas balizas de las supuestamente fáciles. No teníamos claro si ir en bici ó a pie, de hecho hicimos un amago de dejar la bici atada a una valla y después de cambiarnos a las zapatillas de correr, salimos con ellas en la bici. La llegada fue a las 11,59h, apurando hasta el final, aunque hubo por lo menos 3 equipos que llegaron en el minuto siguiente, todavía en tiempo.

Al final una entrega de premios bastante amena, en un restaurante muy guapo, con sidras previas y agape en condiciones. Desde los estupendos ventanales que tenía vimos una tromba de agua que si nos pilla en carrera... El tripi A fuimos batidos por el B, debido a la compensación del 7% en el tiempo por Patricia y porque lo hicieron muy bien. Creo que al final dejamos por atrás a 3 ó 4 equipos por lo que al menos salvamos la honrilla.




No hay comentarios:

Publicar un comentario