sábado, 19 de marzo de 2011

TRIATLÓN DE INVIERNO DE ISABA


 
El domingo día 13 de marzo se celebró en Isaba el primer Triatlón Blanco de la localidad -valle del Roncal-, con una participación de 95 triatletas. Después de un viaje a Marruecos, con el consiguiente desfase de entrenos, me voy directamente del aeropuerto de Madrid al pirineo para participar en ésta prueba.

La prueba consistía en 5,2 kilómetros corriendo, por una pista forestal y una senda, bastante entretenida, técnica y dura por el desnivel; 22,5 kilómetros de bici que consistían en ir desde Isaba a las pistas de El Ferial, con 6 kilómetros de duro puerto; y luego una vez arriba esquiar 10 kilómetros con mucho desnivel.

Un poco rollo los preparativos ya que había que dejar el coche arriba, pues la organización no ponía medio de transporte para bajar después de la prueba. Me toca levantarme a las 7h15', recoger el dorsal, colocar la bici en boxes, cojer el coche y subirme a la estación, para, a continuación volver a bajar en autobús para estar a las 10h en la salida.

No me encontré nada bien en general, normal después tres días de desconexión en Marruecos. La carrera rompepiernas, la bici en constante subida pero con 6 kilómetros de puerto muy duro, y el esquí con el circuito más duro y difícil que he hecho, con la nieve muy suelta donde costaba mucho avanzar, hice 1h y 7’ esquiando y en total 2h 39' de permanente esfuerzo.

Lo peor en bici, sufriendo para seguir la rueda al principio, aunque cogimos por delante y nos integramos en un segundo grupo después del de los buenos. Al comenzar el puerto me quedé el último del grupo y encima me fueron cogiendo algunos por detrás; en parte fue por el desarrollo que llevaba, insuficiente para las cuestas que había (no me las esperaba), pero en parte también porque no era mi día. Corriendo también me sacaron ventaja triatletas con los que normalmente voy (unos 40’’). Del esquí mejor no hablar, duriiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo y con el corazón fuera todo el rato.

El calentamiento fue de unos 20 minutos, trote suave, estiramientos y alguna que otra aceleración con la bolsa de la ropa de calentamiento de un lado para otro, ya que se me escapó la furgoneta de la organización que la recogía.



Cámara de llamadas y salida superestrecha, pero como estoy en primera fila por tener uno de los primeros dorsales, no me dejo pasar para evitar apretujones. Nada más salir ya voy asfixiado. No creo que saliera rápido, pero si que es cierto que al ver que no podía seguir el ritmo en carrera con los que habitualmente voy, me agobie un poco y tal vez forcé sin darme cuenta, pero enseguida renuncié para no condicionar el resto de la prueba. Dos vueltas a un circuito con una primera subida por una pista larga de más de un km, vuelta por el otro lado del río, primero pista, luego senda con bajada muy técnica, hasta que entramos al empedrado de Isaba donde te jugabas los tobillos. Recorrí los 5,2 kilómetros en 22'30'', que teniendo en cuenta como era el circuito pues bueno...



El primer objetivo está claro: llegar a pie de puerto bien colocado. El segundo esquiar a gusto. El primero lo cumplí, pero el segundo no se acaba de lograr.

Los primeros 14 km en bici son en ligera subida con algún repecho. Después se llegamos al rincón de Belagua y comienza puerto. Cumplido mi objetivo de llegar a pie de puerto sin perder rueda, hago la subida sin presión y pensando en el esquí. Pues nada, tan al tran tran subí que me quedo el último del grupo y además me pillan por detrás 3 ó 4. No era mi día.

Buena transición, empiezo a colocarme los esquís, miro para arriba y… ¿hasta allí hay que subir?. En fin, vamos p'arriba. El corazón fuera ya desde el principio.  De momento deslizo algo en la subida, aunque la nieve primavera agarra mucho. Subideta, llano, subideta, llano... No cojo ritmo, voy fatal y me ahogo.

Por fin llega la primera bajadaaaaa… pensaba que iba a poder descansar, pero el desnivel es de esquí alpino. Meto cuña para frenar y me arden los cuadriceps. No consigo perder velocidad y cada vez voy más descontrolado. Dos que se caen delante, se salen del circuito y ... voltereta. Yo paso como una exhalación -no podía parar-.  El segundo tramo de la bajada es peor (se escucha algún grito de pánico), pero yo bajo a tumba abierta y consigo llegar abajo de pie, ¡no me lo creo¡. Vaya primera vuelta impresionante lo mal que lo había pasado.

Al empezar la segunda vuelta la nieve ya está muy mal, cuesta mucho deslizar y muchas subidas las hago andando. Voy fundido. Llega la superbajda por segunda vez y nada más empezar me desequilibro hacia atrás, dos un par de vueltas con los brazos para equilibrarme y lo consigo, pero eso me acelera más. Bajo totalmente descontrolado, pero sorprendentemente llego al final de pie.

Tercera vuelta, voy con los ojos vueltos. Mucha gente. Me entra el pánico. Comienzo con idea de parar a mitad donde está el mogollón. Pero como no sé parar me voy al suelo. En el segundo tramo me pego una pero de las buenas. No puedo ni levantarme del desnivel que hay. Al final llego abajo casi arrastras y acoquinado. Por fin a meta, pero si haber esquiado a gusto, en parte por el circuito, en parte por el estado de la nieve y en parte por mi asfixia.

En resumen, prueba durísima, la más dura que he hecho hasta ahora, 2h 40’ de esfuerzo agónico permanente.

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