Restando 50 minutos al reloj de la llegada resulta mi tiempo final 9h 53' 13'. Son 4' 30'' menos que el año pasado. Cuando llegue a meta pensé que era una mejora insignificante y no me podía creer que la paliza que me había metido me sirviera para mejorar tan poco.
Sin embargo después de ver la clasificación final me doy cuenta de que la carrera que hice fue buena, ya que los puestos finales así lo reflejan; el 58º de la clasificación final frente al 123º del año pasado con prácticamente el mismo tiempo. También en mi grupo de edad (40-44) la posición fue buena, la 7ª frente a la 19º del año pasado. Esto me lleva a la conclusión de que en general los tiempos han sido peores que el año pasdo, pero no sé porqué ya que los circuitos eran los mismos y las condiciones también parecidas. Tal vez algo más de viento, pero no creo que fuera tan significativo.
Así que frente a la sensación agridulde que tenía en la llegada, ahora estoy contento por los puestos alcanzados, aunque hay que tener en cuenta que todos los buenos de todas las categorías estaban en Hawai.
El caso es que mis sensaciones fueron óptimas toda la carrera y la impresión que llevaba era que iba muy bien. Por primera vez no tuve un gran bajón en la maratón, aunque mis tiempos por kilómetro fueron incrementándose progresivamente sin entender muy bien porqué. Pasado el kilómetro 20 no era capaz de correr por debajo de 5'. Las piernas me pesaban muchísimo, pero de fuerzas iba bien. Fue clave comer durante la maratón mucho más que otras ocasiones. Frente a los 2 ó 3 geles que me solía tomar, ésta vez tomé uno prácticamente en cada avituallamiento. Eso si, plato único, todos los geles eran de naranja. Supongo que sería alguna oferta, pero por los 400 euros de inscripción ya podían haber puesto un menú más variado. Acabe con la boca anestesiada por ese sabor.
No forcé en ningún momento. En la bici fui muy bien y sin sufrir ni un kilómetro. Por eso mi tiempo parcial de 5h 3' (a 35'5 km/h) fue bueno, dos minutos mejor que el del año pasado en que no sopló nada de viento, y me hizo pensar que si corría como en el Ironcat (3h 34') podía hacer un buen tiempo final. No fue así, terminé la maratón en 3h 45' (1' 15'' más que el año pasado). Es curioso que a pesar de ir con buenas sensaciones el tiempo no correspondió. Entiéndaseme, con buenas sensaciones dentro del sufrimiento propio que supone entrar en el km 25 de la maratón. Eso es lo que me tiene enganchado a esto, ¿como es posible seguir a pesar de lo que se lleva encima?. La lucha del cuerpo contra mente. El cuerpo dice no y la mente si.
Como anécdota tengo que decir que sobre el km 15 se volvió a caer uno delante de mi, igual que el año pasado. Estas cosas me ponen los pelos de punta. Lo curioso fue que cerca del kilómetro 100 me volvió a pasar, seguí detrás de él (a veces delante) hasta el punto de que entramos juntos en la T1. Al salir a correr me superó y no lo volví a ver hasta los últimos 500 metros en que de nuevo lo adelanté, entrando en meta 20 segundos antes que él. Lo bueno fue que al final resultó ser de mi grupo de edad con lo que la pugna tenía razón de ser. Es el que aparece detrás de mi en la foto de la entrada en boxes con la medalla puesta. No se si él se enteró de todo esto, me imagino que no, ya que era guiri y yo era el que iba detrás casi siempre. Tampoco se me ocurrió decirle nada al terminar, bastante tenía con lo mio.
Las transiciones muy bien, la primera en menos de 2 minutos y la segunda en menos de 3' y eso que me no veía la forma de darme la baselina en los paises bajos, debido a que mi mono era de pata larga y tenía la cremallera por detrás. De ahí el escorzo que se ve en la foto.
TRANSICIÓN SENTADO, UN LUJO
Comienza la maratón, buenas sensaciones, voy por debajo de 4' 30'' con facilidad. Me intento frenar, pero solo lo consigo en parte. Hago el principio de la carrera a una media de 4' 35'' el kilómetro. Voy bien, me sigo frenando, hasta que consigo ir al ritmo que quería de 4'50''. No alcanzo a entender porque llegado el km 20 no puedo mantenerlo, si he ido reservando toda la carrera y el 4' 30'' era un ritmo cómodo para mi. Será la propia idiosincrasia del Ironman, la fatiga aparece siempre y se refleja en los tiempos. Por lo menos está vez la caída en los tiempos fue progresiva, manteniéndome al final en el 5' 30'', no llegando nunca a ver el 6 en mi garmin.
Hubo cuatro pasos por meta en la maratón, un acierto. El año pasado no se pisaba por meta hasta la llegada y se corría fuera de Calella toda la carrera por un desierto. Cada paso por meta con las gradas era una inyección de moral. En la foto se ve la carica que llevaba ya en mi segundo paso por meta, mi fatidico km 21, apartir de ahí empiezaron las penurias.
EL DESIERTO |
En la foto de abajo podéis verme sacando comida de "mi despensa" (supongo que un gel tan rico de esos de naranja). La gente lleva todo tipo de artilugios para llevar comida encima, tanto corriendo como en bicicleta. Yo tiendo a la simplificación. No llevo ningún tipo de bolsitos. Para que queremos superbicis de 7 kilos si luego les metemos otro kilo con accesorios que se pueden evitar. Teniendo en cuenta a como está el gramo de peso de carbono, cargar con 3 botes de líquido y un arsenal de comida, con sus consiguientes elementos para llevarla, me parece un peso superfluo e incongruente con la pasta que invertimos en llevar unas bicicletas ultraligeras. Lo mismo pienso corriendo, nos compramos zapatillas en las que apuramos 20 gramos para que nuestros pies no sufrán, y sin embargo no ponemos obstáculo a llevar un cinturón cargado de comida y bebida.
¿Que donde llevo la comida? Para empezar llevo lo mínimo para subsistir, ya que me fio bastante de los avituallamientos, que por otra parte suelen estar repletos. En la bici pongo un par de barritas powerbar pegadas en cuadro, una guarrada, pero me evito tener que abrirlas y llevar un bolsito para meterlas. En el bote del agua que llevo colgado del manillar meto, además del líquido correspondiente con sus hidratos y proteinas, 2 ó 3 geles que me los tomo después de las barritas. Por el camino pillo todo lo que puedo en los avituallamientos y lo meto en la pernera del mono, luego cojo un bote de líquido, bebo y con lo que sobra relleno el mio. Corriendo es mucho más fácil, cada 15' ó 20' hay un avituallamiento, así que con llevar un gel extra metido en el mono me resulta suficiente.
Bueno esto acaba y no he dicho nada de la natación. Es que para mi cada vez es más trámite. Una horita de calentamiento matinal y luego empieza el IM. Sobretodo cuando todo trancurre como ésta vez, salida limpia, grupos reducidos, se ven las boyas bien, no hay grandes olas, no me pierdo y tengo unos pies amigos que me llevan hasta la bici.
Resumiendo, que el gusanillo sigue dentro y lo de mi retirada al año que viene de los Ironmanes me temo que va a ser que no. Eso si, en mayo descanso, si lo es lo será al final de año, en principio Cozumel, que ya es tiempo de cruzar el charco e intentar la aventura de clasificarme para Hawai.
Por cierto por equipos el Molpesa-Univest quedamos terceros, que hubiera sido un segundo puesto si Paolo se hubiera hecho la ficha con nosotros, quedando por delante del todopoderoso SVC Seguridad. Muy buena carrera de Bermejo que por fin me ganó después de 5 Ironmanes juntos (en el resto de carreras me gana siempre). Y bien también Eduardo que en su primer IM superó todas las miseria propias del debut.
Un besito también para Virginia y Marta que se hicieron otro IM animando, además de hacer las fotos. Y otra mención para Juan Antonio, que aunque volcado con su hermano, también estuvo ahí con nosotros.
EL GRUPO DE PUCELANOS/AS
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