lunes, 23 de noviembre de 2009

Maratón de Zaragoza


Después de terminar la marcha ciclista de la Quebrantahuesos dije:
- ¡Miradme bien que no creo que me vováis a ver por aquí! (cosa que hasta la fecha he cumplido).

Pues con la maratón me parece que va a pasar lo mismo. ¿Cómo lo he podido pasar tan mal? ¡¡¡Si soy un Ironman!!!

Según lo previsto, salí a mantener el 4'30'' por km. Iba absolutamente aburrido a ese ritmo. Acostumbrado a empezar a correr en los triatlones con el corazón en el garganchón, ir tan relajado me parecía un aburrimiento. Durante unos 15km ... fui pensando en cuando empezaría la carrera para mi.

Pero vaya si empezó. Del aburrimiento pasé práticamente a sufrir. Sobre el km... 20 ya me costaba mantener el 4' 30'' y a partír de ahí fue un calvario, en el km 24 ya me fui a 4'39'', y en el 33 a 4'47, con lo que me dí cuenta que el muro existe y que no lo podía superar, con unos últimos 6 km penosos (4'48''; 4'56; 4'58''; 4'50; 4'55'' y 4'46'').



En resumen, que muy mal de sensaciones, pasando de ir muy bien y confiado en lograr la marca prevista (3h 10'), a ir fatal sin solución de continuidad. Mi cabeza solo pensaba en parar, pero mis piernas no le hacían caso e incomprensiblemente seguían corriendo.


Lo que menos me gusta de las carreras es acabar mal y sin fuerzas para disfrutar del final, así que me voy muy descontento, no tanto por el tiempo final 3h 13' 45'', como por lo mal que lo pasé.



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