jueves, 23 de junio de 2011
TRIATLÓN DE SUANCES
Hacía mucho que no iba por Cantabria a un triatlón y todo sigue igual: pago de la inscripción en la caja de puros, boxes sin numerar, dorsales reciclables de ule de cocina, salida sin avisar, transición con zapatillas, oleaje y corrientes en la mar, tráfico y turistas en los circuitos de bici y carrera… Acostumbrado ya a la cámara de llamadas y compañía se me había olvidado de donde venimos y como empezamos.
El caso es que a pesar de todo me lo pase estupendamente y encima me encontré como nunca en una distancia muy peculiar 1200/33/8 y además sin drafting. La salida me pilló haciendo no me acuerdo que, puesto que el silbato interrumpió de repente las explicaciones del speaker sobre el circuito y todos se pusieron a correr mientras yo me terminaba de colocar las gafas. Así que salí muy descolocado y retrasado, me tocó remontar con los consiguientes golpes y patadas, a lo que no ayudaba el fuerte oleaje (altura de olas: 2,6 m) y las corrientes que había con la marea cercana a la bajamar.
Como sería la cosa que la natación la trasladaron de la playa de Los Locos a la playa de La Concha, más resguardada gracias al acantilado. Aún así, esto no fue suficiente y me contaron que muchos triatletas tuvieron dificultades y algunos tardaron cerca de 2 horas en salir del lugar donde les atrapó la marea (supongo que salieron cuando cambió la marea).
Dependiendo por donde entrases y cómo te cogiese la corriente, variaba mucho la dificultad. Se podía ver el fondo arenoso y las algas moverse hacia adentro arrastradas por la corriente. Cuando se cogía la última boya y enfilabas la orilla, se hacía eterno. Hubo bajas y varios participantes se tuvieron que retirar y otros salieron muy retrasados. Los que seguíamos más o menos el recorrido nos dimos de cabezazos literalmente. El recorrido era de dos vueltas y debido a la poca visibilidad y las corrientes los que teminaban a primera vuelta se enfrentaban con los que iniciaban la segunda. Yo conseguí sortear a los que entraban, pero cuando entraba yo de repente rompe una ola dente de mi que trae un triatleta dentro con el que choco de frente dándonos con la cabeza mutuamente. Menos mal que llevaba mi gorro de neopreno 2XU que amortiguó el golpe, además de protegerme de mi dolor de oídos y de mi gripazo.
Debido al cambio de playa la primera transición fue con zapatillas (desde el año 2004 en El Chorro no hacía esto). Comencé a correr hacia arriba en una pendiente que sobrecargaba mis gemelos, escaleras arriba para arriba hasta que el corazón se me disparaba, hasta dos ves me tuve que parar reventado en la cuesta (la foto es de un tercio). Una vez arriba otros 200 metros hasta los boxes. Llegué a la lejana transición y todo bien, salvo que me pasé la bici y tuve que volver para atrás y que me lié otra vez al subir a la bici con las zapatillas.
El circuito en bici empieza con una fuerte de subida al pueblo -que se hace dos veces- en la que me cuesta seguir a los de delante. Una vez en el llano la cabra hizo su labor, empecé a dejar gente atrás sin demasiado esfuerzo. El resto del circuito está lleno de repechos, pero el más duro de todos es el que sube hacia Queveda y luego tira hacia Tagle. La bajada hacia Tagle muy complicada que salvo perdiendo algunos puestos con algunos que llevan lenticular.
Llegamos a la T2 y salgo con una fuerza que no me lo creo, paso a 4 ó 5 y decido que voy muy rápido por lo que trato de bajar el ritmo. Sin embargo me encuentro bien y sigo a buen ritmo. El circuito es duro, de sube y baja –para variar-. No me pasa nadie en la primera vuelta. En la segunda me cogen dos, uno de ellos con muchas arrugas con lo que pienso que, al menos, ya tengo un veterano por delante. No obstante veo que no se me va mucho y aprieto para cogerle. Corro con él un rato y me doy cuenta de que voy muy cómodo, pero como creo que es mi rival para la clasificación de veteranos decido ser conservador y aguantar con él hasta que me vea con fuerzas para un ataque definitivo hasta meta.
Pero al poco nos pasa uno también con arrugas, por lo que intento seguirle. Va muy fuerte para mi y sólo logro seguirle unos 200 metros. Lo bueno es que me ha servido para distanciar a mi anterior rival y entrar en meta delante de él. Al final salieron 8,43km a un rimo de 4’4’’ el km, que es mi mejor tiempo en un triatlón, donde además el circuito no acompañaba por las cuestas y el sorteo que había que hacer de coches y turistas.
Al final nueva sorpresa al ver las clasificaciones y soy el primero en veteranos, así que me llevo 60 euros y trofeo. También un buen puesto en la general -el 22º- y por supuesto el primero de los de Valladolid que siempre es una honrilla.
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